Unknown
The Chronicles of Barsetshire #1
¿Qué podría resultar, en apariencia, más anodino, que la historia del custodio de una casa de caridad que acoge a doce ancianos, que se ve sometido al escrutinio público porque su estipendio, consideran algunos, es demasiado alto y contraviene la voluntad de su benefactor? Pues no os dejéis engañar por las apariencias, la historia es apasionante porque Anthony Trollope, como sólo pueden hacerlo los escritores notables, a partir de un tema muy simple construye una novela extremadamente compleja, y en gran parte esto es posible gracias a sus maravillosos personajes, que cobran vida ante el lector con sus miserias y sus grandezas. Nada es blanco ni negro ni fácil de dirimir.

Jhon Hiram es un comerciante de lana que a su muerte lega varias tierras y propiedades con la condición de que se funde un asilo que dé cobijo a doce hombres, específicamente cardadores de lana retirados que hayan nacido y vivido en Barchester, y estipula también que el Hospital de Hiram incluya una vivienda para acoger al custodio del asilo y un salario anual para el mismo. 
  
El legado dejado a cargo del obispo de Barchester, con el paso de los años va produciendo más beneficios y adquiere más valor, y de la misma manera aumenta el salario que el custodio percibe por su labor, pero es aquí donde algunas voces se dejan oír, estimando que la remuneración del señor Harding es excesiva y no respeta la voluntad inicial de Hiram, tanto es así que Jhon Bold, un joven reformador, comienza un proceso para que los ingresos del director del hospital se vean reducidos al mismo tiempo que los de los doce ancianos del asilo aumenten. Pero hay en juego  más cosas que el dinero, hay de por medio relaciones profesionales, familiares, románticas y amistosas, que se ven puestas a prueba. Y es a partir del inicio de este proceso donde se empiezan a entretejer una serie de complejidades que hacen que al lector, aunque tenga una postura clara al respecto, le resulten comprensibles las de los demás implicados en el asunto, hasta las que menos simpatía le despiertan de todas.
What is unjust must be wrong; what is wrong should be righted [...]
Y por si no fuera suficiente el placentero trayecto a través las páginas de esta novela de Trollope, que lo dudo, además os espera un final que sólo puede catalogarse como tragicómico, una puntada final afilada y brillante, la última de otras muchas que se pueden encontrar a lo largo de todo el libro, todas ellas finas, muy finas, pero exquisitas.

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