Unknown

Ficha técnica
Título original: Green Dolphin Country 
Autora: Elizabeth Goudge
País: Inglaterra
Idioma: Inglés
Traductor: Guillermo Marigó-Petit
Fecha edición original: 1944
Fecha edición traducción: 2004
ISBN 13: 978-84-03-09533-5
ISBN 10: 84-03-09533-3
Núm. Páginas: 760
Editorial: Aguilar
Género: Grandes clásicos | Ficción histórica
Sinopsis: En una islita atlántica entre Francia e Inglaterra, viven las dos hermanas Le Patourel: Marianne, ingeniosa y cautivadora, y Marguerite, bellísima y candorosa. Siendo aún unas niñas, las dos se enamoran del joven William y, durante muchos años, ambas vivirán en perfecta paz y armonía, en la creencia de ser cada una la única elegida de su corazón. 

El muchacho que, aún gustándole las dos, sabe muy bien a cuál de las dos prefiere por esposa, parte hacia los mares del Sur y recala en Nueva Zelanda, una tierra nueva y salvaje, sólo apta para espíritus emprendedores. Desde allí, William escribe una carta que cambiará su destino y el de las dos jóvenes que le esperan al otro lado del mundo.

Reseña
Marianne y Marguerite tienen dieciséis y once años, respectivamente, cuando el joven William de trece entra en sus vidas. Desde el principio se establece entre los tres una fuerte amistad, en gran parte debido a que Edmond Ozanne, el padre de William, y Sophie Le Patourel, la madre de Marianne y Marguerite, se conocieron muchos años atrás, y hasta existió la posibilidad, de no haberse marchado el doctor Ozanne a Londres para estudiar medicina, de que hubieran terminado contrayendo matrimonio. 

Las dos hermanas se enamoran de William —aunque, desde mi perspectiva, lo que una de ellas siente hacia él no es realmente amor—, y esto terminará teniendo nefastas consecuencias tanto para él como para la mujer de la que está enamorado.


Siendo muy joven, William se convierte en oficial de la Armada, cuando en China pierde su barco toma una decisión que cambiará su vida por completo, y termina viviendo en Nueva Zelanda como un desertor.

Años después, cuando ya se encuentra situado y con un hogar que ha construido con sus propias manos, escribe una carta a Octavius, el padre de las dos jóvenes, pidiendo la mano de una de sus hijas, pero se equivoca de nombre y cuando su futura esposa se presenta ante él es incapaz de admitirlo.

Es este último gesto de benevolencia el que sentencia su vida y las de las dos hermanas Le Patourel, ya no hay vuelta atrás para ninguno de ellos, y esto cambia de forma drástica sus vidas para siempre.

Aunque no diré su nombre, ya en las primeras páginas de la novela está bien claro de quién está enamorado William y, sinceramente, por mucho que desde el principio sea descrito como un joven distraído con una tendencia preocupante a confundir los nombres, cuesta mucho de creer que en la fatídica carta cometa el error de escribir el nombre de la mujer equivocada. Afortunadamente, él no permite que su hija, muchos años después, cometa el mismo error.

Mi amor por ti es tan intenso
 como tu misma belleza, 
y para siempre he de amarte,
aunque el océano se seque.

Aunque el océano se seque
y se derriben las rocas, 
siempre he de seguir amándote
mientras la vida prosiga.

Sigue tu existencia, amor, 
sigue tu curso en la vida, 
que yo vendré nuevamente
por largo que sea el camino.

Y no puedo decir mucho más, porque para hacerlo tendría que desvelar partes muy importantes de la trama y no quiero privar a nadie del placer de descubrirlas por sí mismo/a, pero he terminado la lectura con una duda existencial, ¿es justo que para «salvar» a una persona otras dos se tengan que sacrificar? Aunque en realidad son más de dos personas las que se acaban sacrificando debido a la testarudez de una mujer demasiado soberbia como para aceptar la verdad, desde mi perspectiva, incluso se sacrifica ella misma en su propia determinación.

Valoración
Unknown

Ficha técnica
Título original: The Moon and Sixpence
Autor: W. Somerset Maugham
País: París
Idioma: Inglés
Traductor: Desconocido
Fecha edición original: 1919
Fecha edición traducción: 1999
ISBN 13: 978-97-00-71430-1
Núm. Páginas: 184
Editorial: Porrúa
Género: Narrativa contemporánea | Biografía novelada
Sinopsis: La luna y seis peniques es una especie de biografía novelada del pintor Paul Gauguin. Parece, pues, pertinente ofrecer al lector de esta novela -una de las más difundidas las del novelista británico W. Somerset Maugham- una sucinta exposición de la vida y del arte del genial artista francés, que tanta influencia ha tenido en el desarrollo de la pintura moderna. Al igual que su amigo Van Gogh, Gauguin comenzó a pintar en edad relativamente tardía y fue, lo mismo que aquél, un autodidacta. La camaradería entre ambos terminó de manera desastrosa: Van Gogh, en un rapto de locura, atacó a Gauguin, quien abandonó Arlés por París y dos años más tarde, convencido de que el arte corría peligro de volverse rutinario y superficial, se trasladó a una de las islas de los mares del Sur, Tahití, en pos de una vida sencilla. 

No es Gauguin, por supuesto, el primer artista que se desencanta de la civilización, pero acaso sea uno de los que más vivamente sintió el deseo de abrir nuevos caminos al arte. Estudió en sus comienzos el arte de los aldeanos, pero no tardó en cansarse y, para buscar su salvación, huyó de Europa para convivir con los nativos de los mares del Sur, como uno más entre los indígenas. Las obras que aportó al regreso desconcertaron incluso a sus antiguos amigos. Tan salvajes y primitivas parecían. Pero eso era precisamente lo que Gauguin buscaba. Trató de penetrar en el espíritu de los nativos y de observar las cosas tal cual son. Se esforzó en retratarlos de acuerdo con ese arte "primitivo", simplificando los contornos de las formas y no eludiendo el empleo de grandes manchas de fuertes colores. Su anhelo de conseguir la espontaneidad y la sencillez fue tan apasionado y sincero como el de Van Gogh por aportar un nuevo mensaje, o el de Cézanne por una nueva armonía. Sintiéndose incomprendido en Europa, regresó de nueva cuenta a las islas de los mares del Sur donde, tras años de soledad y abatimiento, murió víctima de las privaciones sufridas. 

Fueron estos tres artistas mencionados tres desesperados solitarios que trabajaron con pocas esperanzas de ser comprendido. Pero los problemas de su arte, sentidos tan intensamente por ellos, y las diversas soluciones que persiguieron fueron asimiladas por un número cada vez mayor de jóvenes artistas que no se sentían satisfechos con la técnica aprendida en las escuelas de arte, y los convirtieron ideales de tres corrientes del arte moderno. La solución de Cézanne condujo a la postre al cubismo; la de Van Gogh expresionismo, y la de Gauguin a las varias formas de primitivismo que han tenido lugar. Porque, al separar por primera vez el arte de la realidad, encontró Gauguin la libertad de creación que sería fundamento de la pintura del siglo XX. Sus obras pretendían emocionar, e incluso convencer, a través de la imagen sola y no de la narración. En su pintura se refleja un afán de dejar atrás los convencionalismos socialismos de compartir la simplicidad de los pueblos más inocentes, de los más. Aislados de la civilización.

Reseña
Lo más interesante de la novela es el comportamiento de Charles Strickland, indiferente a todo lo que no sea su arte, le dan completamente igual las personas que le rodean, sólo tienen valor en la medida que le puedan ser útiles, ni siquiera le importa el efecto que sus decisiones y acciones puedan tener en los demás. Al principio me pareció ésta una actitud sumamente egoísta, que lo es en el fondo, pero conforme iba avanzando en la lectura iba comprendiendo que no sólo es que Strickland sea capaz de olvidarse del resto del mundo, sino que llega al extremo de poder olvidarse hasta de sí mismo, sólo le interesa pintar, es capaz de comprar lienzos antes que comida aunque pase días enteros sin nada que llevarse a la boca, y finalmente comprendí que lo que Maughan estaba «pintando» en las páginas de La luna y seis peniques, era el retrato de alguien con una necesidad imperiosa de sentirse realizado sin importar el precio, y al que le traen sin cuidado el parecer de sus coetáneos sobre su trabajo y la posteridad.


«Si miráis hacia abajo en busca de seis peniques, no miráis hacia arriba, y así perdéis la luna».

Valoración
Unknown

Ficha técnica

Título original: This is Water
Autor: David Foster Wallace
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Traductor: Desconocido
Fecha edición original: 2005
Fecha edición traducción: 2012
ASIN: B00841EOAO
Tamaño del archivo: 130 KB
Editorial: Flash
Género: No ficción | Discurso
Sinopsis: ¿Cómo evitamos vivir nuestras vidas estando muertos, siendo inconscientes, meros esclavos de nuestras cabezas y sintiéndonos completa e imperialmente solos, día tras día? ¿Cómo logramos distanciarnos de nuestros pensamientos egocéntricos y logramos ser lo bastante conscientes y estar lo bastante despiertos como para elegir a qué prestar atención y cómo construir el sentido a partir de la experiencia? A medida que busca respuestas a estas preguntas nada sencillas, David Foster Wallace hace agudas observaciones acerca de la vida contemporánea y pone de manifiesto los fundamentos de la naturaleza humana. Y al hacerlo, revela una de las decisiones más importantes e inconscientes que tomamos todos los días: qué pensamos sobre el mundo que nos rodea.

Transido con el humor único de David Foster Wallace, su intelecto preciso y su filosofía práctica, Esto es agua muestra los retos de la vida diaria y ofrece consejos que nos renuevan con cada lectura.

«Era mi favorito».
Zadie Smith

Reseña
Lamentablemente, David Foster Wallace se suicidó en el año 2008 después de sufrir una depresión durante más de veinte años.


Tenía una cita ineludible con él desde hacía mucho tiempo, pero por una u otra razón siempre acababa postergándola,  hasta que ayer se cruzó en mi camino Esto es agua y fue amor a primera vista. Después de la lectura lamento todavía más profundamente su pérdida porque en estas pocas páginas se percibe el destello de una gran inteligencia y de una sensibilidad no menos grande.
Hay dos tipos sentados juntos en un bar en los remotos páramos de Alaska. Uno de los tipos es religioso y el otro es ateo, y están discutiendo sobre la existencia de Dios con esa intensidad especial que llega después de la cuarta cerveza. Y el ateo dice: «Mira, no es que no tenga razones de peso para no creer en Dios. No es que no haya experimentado nunca con todo eso de Dios y de rezar. El mes pasado mismo me pilló en campo abierto aquella tormenta terrible de nieve y yo no podía ver nada y estaba completamente perdido y estábamos a diez bajo cero, así que lo hice, lo intenté: me puse de rodillas en la nieve y grité: “¡Dios, si existes, estoy perdido en esta tormenta de nieve y me voy a morir como no me ayudes!”». Y ahora, en el bar, el tipo religioso mira al ateo, perplejo:  «Bueno, pues entonces debes de creer en él —dice—. Al fin y al cabo estás vivo para contarlo». El ateo pone los ojos en blanco como si el religioso fuera corto de luces:  «No, tío, lo único que ocurrió es que pasaron por casualidad un par de esquimales y me enseñaron cómo se volvía al campamento».  
Es fácil someter esta historia a una especie de análisis estándar desde la óptica de las humanidades: la misma experiencia exacta puede querer decir cosas completamente distintas para dos personas distintas, dependiendo de los patrones respectivos de creencias que tenga cada uno y de las formas distintas que tengan de construir el sentido a partir de la experiencia.




Una de mis mejores lecturas de este año, si tenéis la oportunidad no la dejéis pasar y haceros con este libro, extremadamente breve al mismo tiempo que extremadamente intenso.

Valoración
Unknown

Ficha técnica
Título original: Les Liaisons dangereuses
Autor: Choderlos de Laclos
País: Francia
Idioma: Francés
Traductor: Gabriel Ferrater i Soler
Fecha edición original: 1782
Fecha edición traducción: 2008
ISBN 13:  978-84-397-2121-5
Núm. Páginas: 464
Editorial: Random House
Género: Grandes clásicos | Epistolar
Sinopsis: En sus páginas encontramos la deliciosa y libertina atmósfera del Siglo de las Luces, con su sofisticación verbal, su hipocresía social, sus secretos de alcoba y sus despiadadas ambiciones. La marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, que en otro tiempo fueron amantes, se aprovechan del mejor modo que pueden de la sociedad privilegiada en la que viven. La novela adquiere forma a lo largo de las cartas que estos dos personajes amorales se van enviando. El resultado es uno de los libros más divertidos, descarados y seductores de la literatura universal.

Reseña
 Choderlos de Laclos
Su obra, en gestación, refleja sus frustraciones militares —no haber podido demostrar su valor en una guerra— así como las numerosas humillaciones que cree haber sufrido durante su vida por parte de los aristócratas y de las mujeres que él cree inaccesibles. Escribir Las amistades peligrosas representa, para él, una especie de venganza y una terapia.

La historia está construida sobre la correspondencia mantenida entre siete personajes principales: La marquesa de Merteuil —«Cuidado, vizconde; si alguna vez respondo, mi respuesta será irrevocable, y temer hacerla en este momento es quizás decir ya mucho»—, el vizconde de Valmont —«¡Hubiera sido a la vez su amigo, su confidente, su rival y su querida! Y todavía en este momento le hago el favor de librarle de amistades peligrosas. Sí, sin duda, peligrosas; porque poseerla a usted y perderla, es comprar un momento de placer por una eternidad de dolor»—, madame de Tourvel —«¡Oh, cuán dolorosa es la pena que se apoya en el remordimiento! Siento que aumentan mis tormentos»—, madame de Volanges —«¡Quién no se espanta al considerar los males que puede acarrear una intimidad peligrosa! y ¡qué penas no nos evitaríamos teniendo más reflexión!»—, Cécile de Volanges —«Cuando yo veo a Danceny, ya no deseo nada; cuando no le veo, no deseo sino a él sólo»—, madame de Rosmonde —«Espero, querida amiga, que me conozca lo bastante para creerme bajo mi palabra y que no ha de exigirme prueba alguna. Bástele saber que tengo una multitud de ellas, en este instante, en mis manos»—, y el caballero Danceny —«Si he de creer a mi almanaque, no hace, mi querida amiga, más que dos días que se halla usted ausente; pero a mi corazón le parece que hace dos siglos—».


La marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, que en el pasado fueron amantes, son dos mentes maquiavélicas que no se detienen ante nada y disfrutan con el dolor ajeno, ya sea ultrajando a jóvenes inocentes o humillando a mujeres respetables. Su objetivo siempre parece ser atacar a la sociedad en la que viven a través de la demolición los principios morales de las personas que se cruzan en su camino. Pero si una mente destaca sobre la otra en cuanto a refinamiento se refiere, sin ningún tipo de duda es la de Merteuil —aunque tiene una explicación perfectamente razonable, porque lo que Valmont por el mero hecho de ser hombre puede hacer abiertamente ella tiene que hacerlo en secreto, debido a que lo que en el caso de un hombre se considera loable es reprobable en el caso de una mujer—, aniquilándolo todo a su paso, sin ningún tipo de miramiento, acaba incluso con el hombre que es su objeto de deseo y compañero de maldades. Y no es que Valmont se quede atrás, sin embargo, parece que más que atacar intenta defenderse de las estocadas que le propina su estimada amiga, aunque tampoco duda en dar la última antes de morir. Ellos dos son un gran ejemplo no sólo de lo que una amistad peligrosa puede generar sino de lo que dos personalidades pérfidas trabajando juntas pueden desencadenar. A pesar de todo hay que romper una lanza a favor de la marquesa y el vizconde, porque si en realidad esos pilares morales que ellos atacan fueran tan sólidos como el resto de la sociedad quiere hacer creer, no les resultaría tan sencillo conseguir sus objetivos.


Carta CXLI
Lo que puedo hacer es contarle una historia. Quizá no tenga usted tiempo de leerla o de prestarle atención como para comprenderla bien: es cosa suya. Esta será, a lo sumo, una historia sin importancia. Un hombre de mi conocimiento, estaba engolfado, como usted de una mujer que no le hacía mucho honor. Tenía, a ratos, el claro conocimiento de que  tarde o temprano sus yerros le costarían caro; pero aunque avergonzado, no tenía el valor de romper. Su embarazo era tanto mayor, cuanto que se jactaba de ser libre entre sus amigos. Pasaba su vida sin dejar de hacer tonterías, y diciendo luego: "No es culpa mía." Este hombre tenía una amiga que tuvo la intención de abandonarlo en público en este estado de embriaguez, y de hacer su ridículo incurable: pero, más generosa que maligna, quiso intentar otro recurso para poder decir como su amigo: "No es culpa mía." Comunicó al galán su decisión, por esta carta que podría ser útil a su mal: "Todo cansa, ángel mío; es ley de la naturaleza; no es culpa mía. "Si hoy me cansa una aventura que me ha ocupado cuatro mortales meses, no es culpa mía. "Si yo tuviese tanto amor como tú virtud, es fácil que la una hubiese terminado al tiempo que la otra. No es culpa mía. "Desde hace algunos días te he engañado, pero a ello me forzaba tu ternura implacable. No es culpa mía. "Una mujer a quien amo hoy exige este sacrificio. No es culpa mía. "Comprendo que ha llegado la hora de que se me llame perjuro; pero si Dios no concede a los hombres más que la constancia, dando a las mujeres la obstinación, no es culpa mía. "Créeme, elige otro amante, como yo otra querida. Este consejo es bueno, muy bueno; si lo encuentras malo, no es culpa mía. "Adiós, ángel mío, te he tomado con placer, te dejo sin pesar; volveré tal vez. Así va el mundo. No es culpa mía”.
Valoración
Unknown

Ficha técnica
Título original: Casque d'or
Año: 1952
Duración: 89 min.
País: Francia
Director: Jacques Becker
Guión: Jacques Becker, Jacques Companeez
Música: Georges Van Parys
Fotografía: Robert Lefebvre (B&W)
Reparto: Simone Signoret, Serge Reggiani, Claude Dauphin, Raymond Bussières, Gaston Modot, Paul Barge
Productora: Speva / Paris-Film
Premios: BAFTA 1952
Mejor actriz extranjera (Simone Signoret) 
Nominada a mejor película
Género: Drama | Prostitución. Basado en hechos reales. Años 1900 (circa)
Sinopsis: París, 1900. Marie, una bella prostituta, es la amante de uno de los hombres de la banda de Felix; pero, sorprendentemente, acabará encontrando el verdadero amor en un sencillo carpintero. Su amante, celoso, lo provoca, y ambos se enzarzan en una terrible pelea.

Reseña
Aunque el film de Becker refleja muy bien el ambiente de la época y las andanzas de Los Apaches, no es fiel del todo a la verdadera historia, sobre todo porque Manda es representado como un carpintero que abandona su trabajo a causa de un reyerta por Marie, pero es un tipo honrado y leal, y Amélie, a pesar de su vida y su profesión, en la ficción le es infiel tan sólo para intentar salvarlo.


 Los tres protagonistas principales de esta historia son: Joseph Pleigneur «Manda» —proxeneta—, Amélie Élie «Casque d'or» —prostituta—, y  Dominique Leca —proxeneta—.


Pleigneur y Amélie eran amantes —éste mató a su anterior amante, Bouchon, que era también proxeneta—, se dice que dejó su empleo por ella y se convirtió en el líder de la banda Orteaux, sin embargo, la mayoría de las fuentes coinciden en que cuando ellos se conocieron Manda ya se dedicaba a la prostitución y al chantaje. Por otra parte, Leca era el líder de la banda Popincourt. Lo que desencadena primero un enfrentamiento personal y después la guerra entre bandas es la infidelidad de Amélie con Leca. Finalmente Manda y Leca fueron apresados y condenados a trabajos forzados, de esta manera ambos perdieron aquello por lo que se habían enfrentado: la pertenencia de Casque d'or.


Valoración
Unknown

Ficha técnica
Título original: The Vicar of Wakefield
Autor: Oliver Goldsmith
País: Irlanda
Idioma: Inglés
Traductor: Felipe Villaverde
Fecha edición original: 1766
Fecha edición traducción: 2004
ISBN 13: 978-84-321-3517-0
ISBN 10: 84-321-3517-8
Núm. Páginas: 232
Editorial: Rialp
Género: Grandes clásicos | Literatura augusta 
Sinopsis: Una historia plena de ironía y lirismo. Su protagonista es el generoso y un poco pedante vicario Primrose, un amante padre de familia pintado con humor y ternura. Su ruina económica desencadena una tormenta de calamidades que su familia tiene que afrontar: engaños, amores no correspondidos, raptos, duelos... Pero él confía siempre, y con paciencia, en que todo termine bien.

Reseña
La novela está estructurada en tres partes y consta de 32 capítulos, al comienzo de todos ellos hay una breve sentencia —excepto en los que son una continuación del anterior—, que en algunos casos es una exposición de tipo moral, pero que nadie se llame a engaño, no es ésta una obra moralizante stricto sensu sino más bien satírica, aunque también está clasificada como novela sentimental.  Para mí, personalmente, El vicario de Wakefield no funciona por completo en ninguno de los tres niveles anteriores de forma exclusiva sino en conjunto, y añadiendo además un cuarto: el filosófico.
No hay situación, por miserable que parezca que no tenga en sí alguna suerte de consuelo.
Charles y su familia sufren desgracia tras desgracia sin apenas pausa, parece que el vicario fuera una especie de santo Job al que los cielos ponen a prueba una y otra vez para medir su paciencia y su firmeza moral, pero él resiste sin perder la confianza en el bien, a pesar de que las circunstancias parecen contradecir su visión del mundo constantemente. Todo comienza con su bancarrota, cuando un comerciante de Londres huye con el dinero que él le había confiado, a raíz de esto se rompe el compromiso de su hijo George con la señorita Wilmot, y los Primrose se ven obligados a partir hacia a un nuevo condado.
En su nuevo hogar pronto tendrán que hacer frente a numerosas calamidades: sufren continuos engaños sobre sus bienes, su hija Olivia es seducida, engañada y humillada, pierden su nuevo hogar a causa de un incendio, el vicario es encarcelado, etc., pero la familia Primrose se mantiene unida frente a todo y todos, no importa lo que suceda.

Pero Goldsmith le da un respiro a sus personajes y a sus lectores tras tanta adversidad y todo termina felizmente, tanto es así que el vicario recupera hasta la fortuna perdida.
Sólo restaba ahora que mi gratitud a la Providencia en mi buena fortuna excediese a mi sumisión a sus decretos en la adversidad.
Valoración