Unknown

Now Voyager - May Sarton
Now voyager, lay here your dazzled head.
Come back to earth from air, be nourished,
Not with that light on light, but with this bread.

Here close to earth be cherished, mortal heart,
Hold your way deep as roots push rocks apart
To bring the spurt of green up from the dark.

Where music thundered let the mind be still,
Where the will triumphed let there be no will,
What light revealed, now let the dark fulfill.

Here close to earth the deeper pulse is stirred,
Here where no wings rush and no sudden bird,
But only heart-beat upon beat is heard.

Here let the fiery burden be all spilled,
The passionate voice at last be calmed and stilled
And the long yearning of the blood fulfilled.

Now voyager, come home, come home to rest,
Here on the long-lost country of earth's breast
Lay down the fiery vision, and be blest, be blest.

♥ La extraña pasajera - Irving Rapper [Walt Whitman]
Deseo no contado,
nunca concedido por vida y tierra.
Ahora, viajero, navega hacia adelante
para buscar y encontrar.

La piedra de la paciencia - Atiq Rahimi
En la mitología persa, sangue sabur, «la piedra de la paciencia», es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias, sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a revelar a los demás… La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota… Y ese día, uno queda liberado.

♥ Doble engaño - Wilkie Collins
En el organismo humano los efectos del dolor son limitados. Cuando ha alcanzado cierto punto de intensidad, los nervios se hacen insensibles, y dejan de sentirlo. Las leyes de la Naturaleza no sólo se aplican al dolor físico, sino también al dolor mental. El pesar, la ira, el terror también tienen un determinado límite. La sensibilidad moral, de la misma forma que la sensibilidad nerviosa, alcanza un momento de agotamiento absoluto, tras el cual se deja de sentir. 

Ordinary Grace - William Kent Krueger [Aeschylus]
He who learns must suffer. And even in our sleep pain, which cannot forget, falls drop by drop upon the heart, until, in our own despair, against our will, comes wisdom through the awful grace of God. 

Dhammapada - Anónimo [Carmen Dragonetti]
Sé que en estos momentos, manasa (con la mente) me estará recomendando lo que Buddha a sus discípulos: hablar sobre el dharma o el ariyo tunhibhavo, el noble silencio.

Una soledad demasiado ruidosa - Bohumil Hrabal
 ... y es que Leonardo sabía, ya en aquellos tiempos, que el cielo no es humano y que el hombre que piensa tampoco lo es.

♥ Una soledad demasiado ruidosa - Bohumil Hrabal
Entonces comprendí la exactitud de las palabras de Rimbaud a propósito de que la lucha del espíritu es tan terrible como cualquier guerra...

Desconocido
«¿Qué has ganado con la meditación?» —le preguntaron a Buda. «Nada —respondió—, sin embargo, he perdido ira, ansiedad, depresión, inseguridad, miedo a la vejez y a la muerte».

Yo mato - Giorgio Faletti
... como si bastara con no mencionar la noche para que la oscuridad no llegara.

Carl Gustav Jung
Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma.

Historia de un idiota contada por él mismo - Félix de Azúa
¿Y cómo es posible recordar que se ha olvidado algo?

Mi enemigo mortal - Willa Cather
¿Conoces ese poema de Heine en el que habla de que se encontró una lágrima en el ojo que no era del presente sino vieja, un resto de las que antes solía derramar?  Era una lágrima que pertenecía a un pasado muerto hacía mucho tiempo, un anacronismo. No podía explicarla, pero allí estaba, y se dirigía a ella con hermosas palabras...

Heinrich Heine - XXVII
Oh solitaria lágrima ¿qué quieres?
¿Por qué enturbias mis ojos?
Último resto y único tú eres
de pasados enojos.

¡Muchas hermanas, lágrima, tuviste!
¡Todas se evaporaron!
Con mi breve ilusión y mi afán triste,
cayeron y pasaron.

Pasaron los fantásticos reflejos
que en larga noche obscura
alumbraban falaces a lo lejos
mi soñada ventura.

Pasó el ansiado amor, cual soplo leve
de la fortuna varia:
¡pasa, cual ellos, silenciosa y breve,
lágrima solitaria!

El abanico de lady Windermere - Oscar Wilde
Me mira usted como si fuera de otra época. ¡Bien, lo soy! Sentiría estar al mismo nivel de una época como ésta.

♥ La rosa amarilla - Mór Jókai
No obstante, había perdido mucho tiempo buscando la rosa, quizá para merecerla más.

♥ En Grand Central Station me senté y lloré - Elizabeth Smart
Mi propia herida no fue lo bastante profunda para aliviar mi culpa.